Octavia E. Butler: Parable of the sower (Warner books, 2000)

parable of the sower- losmorlocks

Texto de Toni Signes

Hace un tiempo me compré el libro Parable of the sower de Octavia E. Butler, escrito en 1993. Estuve buscando información sobre novelas de ciencia-ficción feminista y esta autora (y obra) eran de las más valoradas y recomendadas. Por supuesto, no está traducida al castellano y la compré en inglés editada por Time Warner. Aún no he terminado de leerla pero, lamentablemente, no he encontrado lo que esperaba encontrar tras leer las críticas y valoraciones.

Octavia E. Butler nos cuenta la historia de Lauren Oya Olamina en un futuro no muy lejano (2024) y a falta de pocas páginas para finalizar el libro no he encontrado nada que me haga identificar la novela como ciencia-ficción. La híper-empatía de Lauren podría ser un recurso de cualquier otro tipo de novela de fantasía y aunque aparecen comentados los viajes espaciales, son referidos por un candidato presidencial que desea abandonar la investigación planetaria para solucionar los problemas locales, pero esto no tiene demasiada repercusión en la novela de momento (como ya he dicho todavía estoy leyendo). La protagonista vive en un entorno hostil en el que son habituales las reyertas, asesinatos y saqueos, una distopía apocalíptica, y nos cuenta la historia desde su perspectiva, la de una joven de 18 años con una madurez inusual para su edad. Además, la sociedad está profundamente dividida entre ricos y pobres. En Parable of the sower Butler nos muestra un futuro que podría ser una continuación lógica de nuestro presente y eso es acojonante. Si persiste nuestro estilo de vida podríamos alcanzar el nivel de degradación social, política y ética que se describe en la novela, ya se observan trazas.

Frente a la violencia que campa a sus anchas, la autora propone una solución neoliberal: el individualismo, que para mí es uno de los principales problemas contemporáneos. La religión que inventa la protagonista (Earthseed) defiende la autosuficiencia y que todo cambia (God is change), además, Lauren, con su comportamiento y opiniones insinúa que la comunidad no garantiza la supervivencia y una persona fuerte debe estar preparada de manera individual frente a los problemas. Así, en la novela, la comunidad en la que vive Lauren y su familia sobrevive a duras penas hasta la primera adversidad cuando falla irremediablemente pese a los intentos de organización colectiva de defensa. Contrariamente, la otra comunidad que sí funciona es la que forman los yonkis, mendigos y desesperados, la comunidad que se dedica a la destrucción. Cuando la protagonista abandona el entorno colectivo y emprende el viaje por sí misma parece que todo va a mejor pese a los constantes problemas con los que se enfrenta. Muy representativo de la mentalidad de Estados Unidos. Frente al comunismo destructor es el individualismo el que permite prosperar frente a las adversidades. En la novela se muestra que la mejora la sociedad pasaría necesariamente por el individuo y la religión. Por otra parte, a los que yo considero culpables del deterioro social e intelectual que arrastra la humanidad desde el catolicismo, judaísmo e islamismo.

El uso de las armas es digno de elogio por la NRA. La utilidad de las armas como defensa es exaltada al máximo: los niños acuden a prácticas de tiro habitualmente, los que son todavía muy pequeños utilizan unas armas de aire comprimido llamadas BB guns (las he buscado por internet, parecen armas reales y pueden ser peligrosas, a pesar de esto se pueden comprar muy fácilmente)  y durante la historia los personajes se desviven por conseguir más armas (navajas, pistolas, rifles, lo que sea). En ningún momento se plantea en la novela el grave problema que genera que en un Estados Unidos sumido en el caos y la barbarie todo el mundo disponga de armas y munición con tanta facilidad. ¡Parece que es más fácil armarse que llenar las cantimploras de agua!

Finalmente, rechazo la visión que ofrece la autora sobre los mendigos. Los retrata como seres violentos y siempre dispuestos a la rapiña o violación. Son los mendigos, que habitualmente son drogadictos también, los que allanan su complejo residencial amurallado. Frente a esta idea clasista recomiendo que le echéis un ojo a la obra Brotherhood of Vagabonds del artista Ignacio García Sánchez sobre los mendigos y los vínculos que establecen entre ellos, vínculos basados en la colaboración. En la novela se crea una línea divisoria entre la protagonista y el resto de la gente. Los buenos y los malos. Nunca se cuestiona qué ha pasado para alcanzar tal degradación y tampoco se intenta comprender los motivos que provocan los comportamientos antisociales o violentos de los “malos”.

Existe una continuación (Parable of the talents), imagino que seguiré con la historia para ver si evoluciona de manera diferente y en conjunto adquiere otra intencionalidad.

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