Texto de Toni Signes
Siempre he odiado a Spiderman.
Con 16 años le picó una araña radioactiva que le transfirió sus habilidades antes de morir. Desde ese momento, Peter Parker dispone de una fuerza sobrehumana, la habilidad de trepar por las paredes y techos, una agilidad fuera de lo común y una de las cosas más molonas que se han inventado en el cómic americano, el sentido arácnido.
Durante el instituto, se ligó a Gwen Stacy. Que era anteriormente la pareja de Flash Thompson. Así, le levantó la novia al chico más popular del instituto, el cual le hacía bullying. Una delicia de venganza contra al maltratador.
Cuando la relación con Gwen terminó, vale, fue asesinada por el Duende Verde, pero no dejaremos que eso nos afecte. Peter Parker se rehizo y empezó una nueva relación con Mary Jane Watson. La pelirroja de los sueños húmedos de media humanidad adolescente. Pues ella salía con Peter Parker.
Creció sin padre ni madre, por suerte su tío Ben y tía May cuidaron de él y le dieron un hogar. Seguramente crecer de esta manera hizo que fuera sobreprotegido por éstos, pero se da a entender que le cuidaron bien durante su infancia.
Es un genio científico, diseña sus lanzarredes de la nada. Es capaz de grandes proezas científicas, además, fue un estudiante notable. En sus años de estudiante, pese a sus citas con Gwen o Mary Jane consiguió mantener su nivel de concentración y aprobar con menciones, de hecho, obtuvo una beca para estudiar en la universidad.
Pese a que Peter es un personaje aburrido, excesivamente preocupado y ñoño tiene un humor mordaz y ácido, lo demuestra siempre que se enfunda en las mallas de Spiderman.
Desde muy joven, todavía en sus años de estudiante, trabaja como fotógrafo freelance en el Daily Bugle. Esta profesión le garantiza dos cosas, un salario y tiempo para dedicarse a otras cosas, como por ejemplo tener citas con Mary Jane. Debe ser de los pocos alumnos y alumnas de su clase que tiene poder adquisitivo e independencia económica.
Gracias a sus poderes conoce a toda clase de superhéroes y heroínas. Viaja a otras dimensiones y planetas, salva el planeta Tierra en repetidas ocasiones. Si eso no es suficiente, ayuda a gente y pese a que algunos le odian (como yo) hay mucha gente que le admira.
Pese a todo eso no es feliz y por eso le odio.
Y a pesar de que lo odio, es un personaje al que no puedo dejar de regresar una y otra vez. Hace un tiempo empecé a comprarme los Omnigold, me los leía con rabia. No entendía sus suspiros, penas y quejidos. Por dios, yo quiero esa vida. La quería cuando era adolescente, y la sigo queriendo ahora. ¡¿Por qué diablos te quejas Peter?! En este caso, creo que Stan Lee y John Romita se pasaron con las preocupaciones de su personaje y en ocasiones, la mayoría, resulta ridículo. Pese a eso, tiene algo que me gusta. No sé si los villanos (porque son todos brutales), si el ritmo de la serie o que Parker se rodea de muchos secundarios entrañables (JJ Jameson, Mary Jane, Flash…) que le dotan de personalidad.
Hace poco empecé con los tomos de Panini Marvel Saga El Asombroso Spiderman. Arranca con la etapa de Straczynsky a los guiones y John Romita jr. al dibujo. Romita Jr. se toma en serio hacer de Parker lo más parecido a una araña y lo consigue estilizando las figuras y agilizando los movimientos del personaje, a mi gusto es de lo mejor que hay en Marvel; el color de la serie creo que podría ser mejorable y en general desmerece al dibujo. Pese a que Straczynsky me encantó en Rising Stars, últimamente choco con él en muchas de sus historias. El cómic Superman: Con los piés en la tierra me pareció un ñordo fascistoide en el cual el guionista se dedica a practicar una apología del ideal de vida americano totalmente acrítico y polarizado. Esta falta de crítica y simpleza argumental llegó a deprimirme. Sin embargo, le he dado una oportunidad en este Spiderman y me alegro porque es mucho mejor, pese a ello no puede evitar soltar mierda liberal a través de sus personajes, como por ejemplo cuando un profesor de la antigua escuela de Peter, después de ver como éste ayuda a un chaval que es víctima de bullying, se queda tan ancho tras decir: “la única forma de imponerse es mantenerse firme. Nadie regala nada. (…) Siempre hay alguien dándote patadas. Tú tienes que darla primero. Evoluciona o muere, ¿sabes?” Me parece repugnante todo lo que esconden este tipo de diálogos en sus cómics y creo que debería reprimir su vena individualista del sólo sobrevive el mejor. No obstante, exceptuando estos despuntes el cómic es genial, muestra a un Peter Parker divorciado y más adulto, que pese a seguir con su punto depresivo lo hace de un modo más templado. Además, gracias al diseño y viñetas de Romita Jr. tiene una de las mejores batallas que he leído en una historia del trepamuros y, por otra parte, la trama mete un giro que durante mucho tiempo hemos esperado los fans (y haters) del arácnido. Así que poco a poco voy a completar esta colección, os recomiendo que le echéis un vistazo.